2 de enero de 2011

L'Angliru invernal



La sierra del Aramo  se eleva majestuosa en el centro de Asturies y es claramente visible, en los días despejados parece que se pueda tocar;  siento una atracción especial a estas montañas,  algunas veces me dejo arrastrar por las emociones y me acerco.
Desde casa parecía que la mayor parte de la nieve había desaparecido, así que para empezar bien el año decidí ir; el primer día del año suele ser muy tranquilo y apacible en la naturaleza y como mucho, te encuentras otros locos que a duras penas, han logrado aguantar hasta las 12 para comer las uvas.

La subida por  l’Angliru, a partir de los 1.000 metros de altura, presenta serias dificultades por la nieve compactada y las placas de hielo en las zonas sombrías; dejo el coche y avanzamos con dificultad poco más de un Km; en este punto, recordando el comentario de Iván sobre la sensación de estar en un iceberg, veo con claridad que el equipamiento es insuficiente para seguir subiendo y luego hay que bajar,  me meto en una pequeña zona boscosa esperando menos dificultad.


Aquí aun quedan algunos frutos de espinera,  acebos y rosales silvestres; nieve, frutos, árboles y líquenes confieren una plasticidad al lugar que hace que realmente te encuentres en un paisaje de cuento.
Las aves parece que estén en su mayor parte en la  zona baja, como las condiciones a esta altura no mejoran  y uno ya no está para caídas, decido descender; la zona baja está envuelta en neblina dificultando la visibilidad y la fotografía. Se ve algún Ratonero, Cernícalo, Camachuelo, Petirrojo, Pinzón…; en general poco movimiento.

Los más de tres millones de euros procedentes de los fondos mineros para construcción de hotel y museo en lo que se denomina Angliru-Base, los más de cinco kilómetros de pistas ya construidos y la estupidez en proyecto de construir una cabaña-refugio con restaurante en la cima, hacen que mis subidas por l’Angliru estén tocando a su fin.

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3 comentarios:

  1. que precioses fotos compartes, un besin de esta asturiana que te da las gracias por la belleza que siempre nos aportas.

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  2. Menuda aventura, la subida es una ratonera cuando te encuentras nieve, yo una vez tuve que ir marcha atrás en la famosa Cueña les Cabres porque ya me derrapaba el coche, aún me duele el cuello y me tiembla la canilla.
    Cuando el Aramo está muy cubierto por arriba de nieve, las sierras satélites (Monsacro, Tene, Caldoveiro) se llenan de acentores alpinos, chovas e incluso como me pasó a mí un año nuevo espantoso de nieve, de gorriones alpinos, todo es tener suerte.
    El Aramo con el macroproyecto del Angliru, el Monsacro con el funicular: la estupidez nunca se acaba.

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  3. Yo el coche lo deje como medio Km antes de que se complicase la carretera, pero he visto recular a algún lanzado con 4X4; la verdad es que se ve de todo, una pareja con zapatillas de loneta intentando subir cuando había tramos para crampones...Como bien dices la estupidez no se acaba, el problema es que los estúpidos pueden acabar con todo.
    La belleza la aporta la naturaleza OZNA
    Gracias

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