Con niebla que no dejaba ver a un
par de metros, cambié la montaña por una zona algo más baja; tiempo inestable y
de cuando en cuando “orbayu”. Una charca
en un área recreativa con un grupo de Golondrina común Hirundo rustica que llegaban como a oleadas, me dio para un buen
rato de entretenimiento.
Intentar cazar el instante es una
tarea complicada, primero hay que tener claro en qué zona del agua van a entrar,
tener enfocado y disparar en el momento adecuado a 1/1600 o lo que es lo mismo,
pero queda mucho más gráfico, 0.000625 segundos.
Las dos fotografías son
consecutivas y viéndolas ahora me arrepiento de no haber dedicado un poco más
tiempo a la charca.
En unas espineras, un poco
lejanas, asomó por un breve instante un Alcaudón dorsirrojo Lanius collurio, una pena no poder ver más
cerca la escena, sobre todo ver si tenía
alguna presa empalada en una espina a modo de despensa.
Un buen puñado de Arrendajo común
Garrulus glandarius, andaban por las
inmediaciones, ninguno se aproximó mucho, se ve que no me tocó ningún ejemplar
confiado.
Para confianza la demostrada por
la Tarabilla común Saxicola torquata,
no mostró ningún problema en perchar próxima al lugar donde me encontraba una y
otra vez.
El día con niebla y lluvia fina
dio para mucho más que esta entrada resumida.
Es curioso que en el mes de julio comiencen a proliferar
las setas y los hongos, ese es el clima que tenemos.
Qué guay, Miguel.. Kika (Ò,Ó)
ResponderEliminarSeguro que piensas más en el tiempo del norte que en la golondrina :D Kika que te conozco Un abrazo
ResponderEliminar