Los últimos paseos no
habían dado muchos frutos fotográficos, especies que ya había comentado en las
últimas entradas, algo de paisaje y poco más.
La salida de este sábado estaba siendo un
desastre, este tiempo invita a que haya gente por todos lados y por si fuera
poco los perros y voces de una partida de caza en un monte cercano invitaban a
esconderse hasta las hormigas.
Casi derrotado y
hambriento me dispongo a comer el bocata al cobijo de una sombra amable de un
roble, lo tengo que dejar por un momento,
veo al Pico picapinos Dendrocopos major en
un árbol seco; aunque está lejos le saco unas fotografías, hacía días que no
lo veía.
Vuelvo al bocata y me
percato que en uno de los troncos que
tengo enfrente hay un curioso personaje colgado de las patas traseras que me observa,
se trata de la Ardilla roja Sciurus vulgaris, vuelta a soltar el
bocadillo y coger la cámara con sumo cuidado, sin movimientos bruscos; le hago una
serie de fotos boca abajo y cuando se percata de que ha sido detectada, lejos
de escapar, me dedica unas bonitas poses.
Varias veces he tenido que
alternar bocadillo y cámara, no pensar que estaba comiendo un bocata inmenso,
en una de las ocasiones lo hice por esta formación de Cormorán grande Phalacrocorax carbo que por la dirección en la que venían podría ser de un largo viaje, espero que la suerte
les acompañe y salgan indemnes de esta tierra hostil para la fauna.
Ya cuando regresaba me
quedé prendado de este Rusco Ruscus
oculeatus, al que le daban unos rayos de sol; este arbusto luce ahora sus
hermosos frutos, pegados a los tallos aplastados que parecen hojas punzantes.
La mejor hora del día, la
de la comida.
Las ardillas también consideran que la mejor hora es la del bocata...de otro, son glotonas y curiosas, y muy amigas...de las migas.
ResponderEliminarSiempre me llamaron la atención los filocladios del rusco, que además en Asturias suele ser indicador de vegetación relicta de tipo mediterráneo, así que alrededor hay que buscar más cosas interesantes.
Un saludo, Miguel.
Al rusco lo conozco desde hace muchos años, un día descubrí que no sabía nada sobre él, solo identificarlo. Un saludo Iván
ResponderEliminarEstupendo, Miguel. KIka
ResponderEliminarMuy buenas fotos Miguel,la ardilla preciosa.Ayer se abrió la veda de la caza menor en Asturias,así que para los que nos dedicamos a otros menesteres por el monte son menos días de salidas que tenemos.Al menos yo prefiero no coincidir mucho con ellos.
ResponderEliminarUn saludo.
Que buena la de la ardilla! a mi me toco una este sabado despues de anios sin ver una en mi zona.....son super esquivas.....
ResponderEliminarSaludos camperos!
Habrá que ir a reservas de caza y esperar que el clima se ponga otoñal para la costa; aunque creo que pinta mal este año. Geacias a todos y saludos
ResponderEliminarEfectivamente, no hay mejor cosa que ponerse a hacer otra cosa, y mejor si te ocupa las dos manos y además dejas la cámara apartada, para que empiecen a aparecer bichos por todos lados... Aún así, je, los supiste capear bien...
ResponderEliminarLa verdad es que debe existir algún tipo de ley o probabilidad que regula el tema; algunas veces tengo miedo parecer obsesivo para quién me ve con la cámara pegada, así y todo los bichos me meten un montón de goles. Gracies Senén
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