Me encuentro mirando al
Oeste, con curiosidad incansable, como el niño viejo de Walt Whitman, busco lo aún no hallado o simplemente he
llegado tarde para el disco de fuego.
A lo lejos sobre las
cadenas de colinas que se suceden, una nueva versión de los gigantes para
combatir; amigo Sancho, por mucho que el
sabio Frestón convierta estos gigantes en molinos, son enemigos a quién he de plantear
batalla.
Se puede entablar batalla
con la fantasía de que es posible ganar, aunque no lo sea; la batalla es una
necesidad ética y moral con independencia del resultado final. La que siempre
se pierde es la que no se presenta.
En mi ya solo vaga el
pensamiento, vuela libre y recorre colinas sin gigantes de brazos amenazantes,
mis alas no son seccionadas y me dejo llevar.
Anochece…
Preciosas palabras, y autores amados.
ResponderEliminarPersonalmente, me quedo con esta estrofa del cantante Nacho vegas: "creí ver molinos, y resultaron ser gigantes". Pero no los vemos.
Lo he leido y me ha gustado....saber sacar algo de cualquier cosa que te ofrece la vida, es un tesoro.
ResponderEliminarSaludos camperos!
Me alegra que os haya gustado, este tipo de entradas igual son las que más me gustan hacer; no suelen ser las que más se leen, pero de cuando en cuando insistiré. Saludos y gracias
ResponderEliminarInsiste, insiste.
ResponderEliminarLo haré Iván, preciosa la letra de Nacho Vegas
ResponderEliminarGigantes que luego sustentamos con nuestra forma de vida. Jose
ResponderEliminarY además, conscientemente.
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