14 de noviembre de 2011

Anochece…



Me encuentro mirando al Oeste, con curiosidad incansable, como el niño viejo de Walt Whitman,  busco lo aún no hallado o simplemente he llegado tarde para el disco de fuego.
A lo lejos sobre las cadenas de colinas que se suceden, una nueva versión de los gigantes para combatir;  amigo Sancho, por mucho que el sabio Frestón convierta estos gigantes en molinos, son enemigos a quién he de plantear batalla.
Se puede entablar batalla con la fantasía de que es posible ganar, aunque no lo sea; la batalla es una necesidad ética y moral con independencia del resultado final. La que siempre se pierde es la que no se presenta.
En mi ya solo vaga el pensamiento, vuela libre y recorre colinas sin gigantes de brazos amenazantes, mis alas no son seccionadas y me dejo llevar.
Anochece…

7 comentarios:

  1. Preciosas palabras, y autores amados.
    Personalmente, me quedo con esta estrofa del cantante Nacho vegas: "creí ver molinos, y resultaron ser gigantes". Pero no los vemos.

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  2. Lo he leido y me ha gustado....saber sacar algo de cualquier cosa que te ofrece la vida, es un tesoro.
    Saludos camperos!

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  3. Me alegra que os haya gustado, este tipo de entradas igual son las que más me gustan hacer; no suelen ser las que más se leen, pero de cuando en cuando insistiré. Saludos y gracias

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  4. Lo haré Iván, preciosa la letra de Nacho Vegas

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  5. Gigantes que luego sustentamos con nuestra forma de vida. Jose

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