Muchas veces he pasado y estado a su lado, disfruto del
placer de sus jugosos frutos en estas fechas; un día la vida te sorprende y te
enamoras de lo cotidiano. Aunque riegues una planta con cariño y a diario, no quiere decir que veas la
hermosura de sus flores, hoy me gusta
hasta la pilosidad de la Tomatera.
A determinada edad, el
común de los mortales pierde la visión del detalle; siempre he pensado que puede
ser un mecanismo de defensa, cuando te
miras al espejo conviene poner las gafas y asumir lo que ves. Esa visión
ampliada te permite profundizar en mundos hermosos, la vida es apasionante y
continúa más allá de la presbicia.
Bonitas fotos de lo cotidiano. Lo que dices del espejo,, cierto!! Yo me veo fatal dentro del ascensor. Saludos
ResponderEliminarGracias Pablo, yo por eso subo y bajo andando. Saludos
ResponderEliminarY en algunas personas cierta presbicia disminuye con la edad...
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que es un tema de adquisición de habilidades... Saludos
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