2 de diciembre de 2013

Va de gaviotas


Una buena parte de los fines de semana los paso asomando al Cantábrico, me puede el olor a salitre, algas, el aerosol del agua marina que te envuelve, producto del choque furioso de las  olas contra las rocas; sonidos bravos, potentes  que algunas veces parecen mecerte; sentir la brisa o el fuerte viento, la lluvia o el sol; ver los grises plomizos, azules, turquesas, celaje que cambia cada vez que levantas la vista. Medicina sin envasar, a granel y sin pasar por caja.

En medio de ese paisaje cambiante y algunas veces soportando condiciones que parecen imposibles, están las gaviotas; plantan cara al temporal o saben sacarle partido.


En la playa de la Griega, entre sombrías y patiamarillas, destacaba una grande y poderosa, es el Gavión atlántico Larus marinus; imposible no verlo, tal parece que está subido en un promontorio.



Cerca de donde estoy, contra ese  gris tan…, de nuestro paisaje, surca el cielo, sin aparente esfuerzo, la Gaviota patiamarilla Larus michahellis, parece que tiene luz propia y le hago unas fotografías.


Y como hoy va de gaviotas, lo hago como terapia, ellas no tienen culpa de humanadas; termino con una de las que más me gusta, pequeña y grácil, la Gaviota Reidora Larus ridibundus. Me ha tenido disfrutando, un largo rato, de su pericia en el manejo  del viento y del oleaje.


6 comentarios:

  1. Aquí si que hay material para distinguir los distintos tonos de gris de sus plumas . El que sepa claro.... Un saludo

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    1. Entre expertos, puede dar incluso para discutir durante días. Saludos

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  2. Me quedo con esa "medicina" tuya, además sabe muy bien.
    Un abrazo

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  3. Días, jaja, da para largas semanas...talmente parece que el Sr. gavión está de centinela.

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    1. La verdad es que parece colocado para la fotografía. Saludos

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