10 de enero de 2014

Petrificado


Salgo de trabajar, está soleado, como algo a toda pastilla y salgo para la Playa del Arbeyal; cuando llego, ya se ven las nubes y todo hace pensar que no dará para más de una hora de buena luz.

Me da buenos presagios la gaviota colocada en el viejo noray, me gusta la composición de la imagen; creo que puede ser una Gaviota patiamarilla  Larus michahellis, de primer invierno,  con las gaviotas aun soy un  párvulo.


Sin perder mucho tiempo, intenté parecer una piedra más de la escollera y allí esperé un buen rato; uno de mis objetivos, era fotografiar a la Serreta mediana Mergus serrator; apareció de pronto y parecía distraída con sus quehaceres. Venía en la dirección adecuada para mi posición y la luz del día la iluminaba plenamente.




Pronto me di cuenta que la Serreta comenzaba a trazar un semicírculo y que yo, no me parecía tanto a una piedra de la escollera como creía.


Se nubla y la Serreta cambia de lugar, lo seguiremos intentando otro día; en cualquier caso la he visto actuar tranquilamente y me llevo unas fotografías interesantes.


Segundo día, hoy no como, engullo; me coloco en la escollera y soy más piedra que nunca. Mientras espero, se pone cerca una Bisbita Común    Anthus pratensis, no pierdo la ocasión y le hago unas fotografías.


Se pasea delante  un Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis, ya me siento petrificado; le hago unas cuantas fotografías y ni respiro.

Pasan los minutos, se nubla, todas las partes de mi cuerpo que reposan contra las aristas de las piedras están magulladas, asomo un poco la cabeza mientras intento cambiar de posición y estirarme; las nubes son densas y lo peor, tengo a dos pescadores a unos diez metros, por donde deberían de venir los bichos, me retiro e intento parecer persona.


En la Playa un niño lanza arena a las reidoras, hazaña fotografiada con el móvil por los abuelos, luego mandaran la fotografía a todos los parientes y amigos, para que vean que rico es su nieto. Alguien mira incrédulo desde el agua, se trata de un Arao común Uria aalge, me coloco ostensiblemente como fuerza de interposición y lanzo una mirada reprobatoria.


En agradecimiento el Arao se da un paseo delante de mi, no hace ninguna posturita, solamente ofrece su mejor perfil y le hago un buen número de fotografías, más o menos iguales.


Los ladridos insistentes de un perro me hacen mirar para atrás, cuando me giro de nuevo, el Arao ya está  volando en la búsqueda de un lugar con menos energúmenos.


Se posó cerca de un Alca común  Alca torda, a esta fotografía le he cortado el espacio que había en el medio, para ver a una distancia normal de prismáticos, las diferencias entre los dos álcidos.


Y para finalizar una postura del Arao que he visto compartir al Alca y a la Serreta.

8 comentarios:

  1. Me han dicho que por las escolleras se pasean ratas como conejos... Me lo pienso antes de decidirme a pasarme por allí y me conformo con tus fotos. Un saludo.

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  2. Fenomenales las fotos Miguel, que curioso ver como meten la cabeza en el agua para otear el fondo...buscando peces?? Un saludo

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    1. Deduzco que buscan comida, me parece que lo hacen con más frecuencia cuando se pasean por la superficie del agua, el Arao estaba en esa actitud y no buceó nada en todo el rato que lo vi. Gracias y un saludo.

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  3. Veo que se está cumpliendo lo dicho. Cómo agradezco estas entradas de estos días que no me pude acercar!! Contadas con los dedos de las manos vi yo gaviotas en ese noray stop Excelentes fotos, están casi todos, solo falta algún mamífero que anda por la zona. Saludos

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    1. Mamíferos hay unos cuantos: humanos, perros, gatos...si consigo ver alguno más daré cumplida cuenta. A ver cuando te puedes acercar y disfrutar un rato haciendo fotos. Saludos

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  4. Lo de los perros es cuestión de educación. Tengo un pastor belga que ya sabe esperar a mi lado cuando fotografío hasta a una mariposa... Gracias por tus fotos, Miguel ¡guapísima la del noray!. Un abrazo.

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    1. El problema no son los perros, es la gente que es mal educada, tiran palos en dirección de las aves para que las levanten...; algunas veces creo que quienes observamos o hacemos una fotografía somos invisibles. He tenido perros grandes y siempre han ido al pié, en el monte detrás. Un abrazo y gracias

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