A todas las
personas que están atentas a lo que sucede en la naturaleza, les llamará la
atención la cantidad de Arao común Uria aalge que se ve en nuestra costa, así
como la elevada mortandad que presenta la especie en estas fechas; coincidiendo
una y otra vez, con un estado de la mar pésimo.
No es la única
especie, hace días leía que unas cinco mil aves aparecían muertas en las costas
francesas, la mayor parte Frailecillos.
El Alca común
perteneciendo a la misma familia e incluso siguiendo su árbol filogenético a la
misma tribu (Alcini), ha dejado de verse en la frecuencia que se hacía antes de
los sucesivos temporales y serán contadas las aves que hayan aparecido muertas
en nuestras playas; las explicaciones de que las alcas ocupan lugares más
cercanos a la costa y que por eso sufren menos los temporales, no me terminaron
de convencer. Le he estado dando algunas
vueltas al tema y supongo que algo tiene que ver el número de individuos de
cada especie, el área de invernada y adaptaciones al medio diferentes.
Según los datos que
he encontrado, la población mundial de Arao común, se estima en 7,3 millones de
parejas reproductoras y el Alca común, se estima entre las 500.000 a 700.000
parejas reproductoras; es por tanto más probable encontrar Araos afectados por
el temporal que Alcas, aunque no tengo claro que se encuentren en la misma
proporción que la de sus poblaciones.
El Alca común tiene
una dispersión invernante que llega al Mediterráneo español y Golfo de León,
estimada entre 15.000 y 40.000 aves; a estas habría que
sumar unas 4.000 en el Golfo de Cádiz.
El Arao común, por el
contrario, es un invernante Atlántico que suele llegar hasta el Golfo de Cádiz.
En el Mediterráneo cambia
la salinidad, la temperatura e incluso los nutrientes que se traspasan al
Atlántico por las corrientes profundas; está claro que al Arao no le va como
lugar de invernada.
Las dos especies presentan adaptaciones similares para la función buceo, sacrificado
en parte el vuelo y también la movilidad en la tierra. El desarrollo del cráneo
en aros y alcas, sigue el mismo patrón;
el pico ha evolucionado de forma diferente.
La limitación a las frías aguas del norte, por su método de caza
de presas: buceo y persecución; estaría determinada por la velocidad a la que los peces pequeños puede
nadar, más o menos, el doble a temperaturas de 15 °C que a 5 °C. El
calentamiento de determinadas corrientes de agua en el Atlántico norte, podrían
tener consecuencias nefastas para estas aves buceadoras.
La industria pesquera ha extraído
enormes cantidades de pequeños peces (forrajeros) de los océanos, utilizando
buques factoría. Estas capturas se realizan para la alimentación de los
animales de granja. De esos peces pequeños dependen alcas, araos y otras aves;
se ha comprobado que están en muchas ocasiones pobremente alimentados, por tener
que dedicarse a capturar especies de bajo valor nutritivo.
El Arao Común realiza una
persecución buceando para alimentarse, nada bajo el agua con las alas que están
perfectamente adaptadas para la propulsión; las inmersiones, duran menos de un minuto pudiendo estar
entorno a los dos minutos bajo el agua. La profundidad de buceo es variable,
siendo normal que lo haga a los 30 metros, aunque se han registrado
profundidades de buceo de hasta 152 m.
Adquirir energía tiene un
alto coste para estas aves y no están encontrando presas que lo compense en
nuestras costas.
El descansar sobre la
superficie del agua, no sale gratis; Se ha comprobado en el caso de la Gaviota
tridáctila que el descanso en el mar durante la noche, a temperaturas en torno
a los 12,5 ° C, le supone un desgaste metabólico
de un 40% más alto que reposando en el aire a la misma temperatura.
A temperaturas
comparables, los costos metabólicos son mucho más elevados para las aves que
descansan en el mar, en comparación con el descanso en tierra.
De la observación de alcas
y araos, llego a la conclusión que las dos especies soportan una alta carga
alar que, les resta agilidad y hace el despegue dificultoso, tanto en la tierra
como en la mar. Como resultado del
pequeño tamaño de las alas y el cuerpo relativamente pesado, deben de ejecutar una
carrera a lo largo de la superficie del agua o de la arena, para obtener la
velocidad suficiente para lograr levantar y alzar el vuelo.
El Arao común mientras
muda las primarias (45-60 días), es incapaz de volar; no sé si a sus parientes
les pasa lo mismo.
Cuando un Arao llega a la
playa, ya suele estar en un estado de agotamiento; se puede encontrar con él
que quiere que su perro “coja a ese pájaro” y que no pestañea a la hora de
agredir a una mujer que quiere impedírselo, suceso de esta semana pasada o a
quién le gusta el “pingüino” y se acerca demasiado, sin saber el estado del
animal que tiene delante. El caso es que los que quedan por nuestras costas, por
regla general, lo tienen muy complicado.
Si queréis más información
la tenéis en la Wikipedia y en los documentos de
consulta.
Las dos últimas
fotografías se pueden ver a toda pantalla abriéndolas en una nueva ventana.
Impresionantes fotos, Miguel. Los que nos hemos dedicado este último mes a seguir la mortandad de los araos (extraordinaria) vs la mortandad de las alcas (solamente elevada) nos hicimos las mismas preguntas que tú, y de las pocas conclusiones extraídas, quizás el hábito mucho más pelágico del arao, y que pillase a muchos en proceso de muda caben como posibles explicaciones, pero lo de este invierno desde luego pasará a la memoria colectiva de todos nosotros, y necesita explicaciones científicas.
ResponderEliminarEsperemos que no se convierta en una dinámica y que se estudie el tema. Gracies y saludos
EliminarGenial trabajo de documentación y, como siempre, preciosas fotos. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, solo e intentado acercarme a lo que sucede. Saludos
EliminarImpresionantes las fotos.
ResponderEliminarun saludo
Gracies Alberto. Un saludo
EliminarImpresionante documento para los aficionados que como yo, no sabemos ni la mitad de lo que deberíamos Miguel...Alucinantes las fotos...Gracias por la información y enhorabuena!!!!.
ResponderEliminarSaludos desde Madrid.
Gracias Marisa, me alegra que te hayan gustado la entrada y las fotografías. El documento nace de buscar información e intentar responder algunas de las preguntas que me hago. Saludos
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