Estoy
en un lago de montaña, lo normal es que en estas fechas estuviese helado, la
temperatura es primaveral y apenas si se ve un poco de hielo en una
zona más sombría.
El
calor y su reloj interno, parecen avivar a las parejas de Focha
común Fulica
atra; cada
vez les parece más pequeño el lago y está más lleno de agua que
nunca,
hay
que consolidar el territorio, no se puede bajar la guardia, la competencia es dura y hay que triunfar en la transmisión de genes.
Se
crecen, las alas apuntan al cielo, el pico va rozando el agua y se
llena de sonidos amenazantes el ambiente, todo apunta a un escarceo o
agresión si una de las dos parejas no se retira a tiempo.
Ha
comenzado una extraña danza que se precipita en un medido combate,
el agua parece emerger y desafiar la gravedad.
Parece cruel mantener al enemigo bajo el agua un buen rato, la próxima vez lo pensará antes de entrar en combate.
Bonitas fotos del paripé d las fochas
ResponderEliminarEl paripé impresiona Saludos
EliminarComo las de la Garceta, impresionantes.
ResponderEliminarGracias Germán Saludos
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