Pajareando II

Después del Cabo Peñas, parada en la Playa de Bañuges, un lugar que podría ser un paraíso para las aves y no lo es por la excesiva presión humana, de la que también formo parte; la luz es muy buena para la fotografía y en esta época suele estar preciosa por el colorido que aportan las algas. No había una gran cantidad de aves, pero las que estaban, fueron de un gran entretenimiento.

Un par de ejemplares de Chorlitejo grande Charadrius hiaticula, alimentándose en la poca franja intermareal, sin agua,  que quedaba a la hora de mi llegada.

Con los chorlitejos, dos Correlimos común Calidris alpina que estaban en la misma tarea; con estos me paré algo más, observando su comportamiento y variedad de plumaje.

Hacía un tiempo que había leído en una revista el fenómeno de la  Rincocinesis, creo que la podéis apreciar en esta fotografía, se ve como el correlimos dobla la mandíbula superior hacia arriba; hay más información en la web si os interesa profundizar en este tema.

Cercano a los limícolas anteriores, pero a cierta distancia, un solitario Chorlito dorado europeo Pluvialis apricaria, no dudo en hacer un amago de agresión a los correlimos, cuando le interesó alimentarse en el lugar en el que ellos estaban.

Le dedique una sesión de fotografías que dejaremos para otra ocasión.

La marea estaba alta, para observar las rocas donde se suelen refugiar algunas aves; nos tuvimos que meter en el agua, parecía que solo había un solitario Archibebe claro Tringa nebularia. Os pongo la imagen de como se ve con la cámara y con un objetivo equivalente a 600mm,el recuadro en rojo muestra el lugar donde hay otra ave.

Los prismáticos permitieron descubrir, descansando entre las rocas, a esta Agachadiza común Gallinago gallinago; la fotografía es un recorte al máximo.