17 de septiembre de 2017

Habituales en la charca

Curruca capirotada Sylvia atricapilla 

Hoy os presento a alguna de las aves habituales de la charca.

No sabría decir quién tiene mayor disfrute, ellas bañándose o yo observando su comportamiento y haciendo alguna fotografía.

Sobre la fotografías: la charca está situada en un lugar sombrío, entre la vegetación hay momentos en los que puede entrar más luz; por lo general, esto obliga a utilizar la máxima apertura del objetivo,  la mayor parte con ISO5000, para obtener unos tiempos de exposición cortos; se sacrifica la profundidad de campo y se congela el movimiento de las aves,  unas veces más y otras menos, dependiendo de las condiciones de la luz y del movimiento.

En algunas fotografías, solo se ven unos borrones de aves, figuran los nombres para ilustrar las que estaban en la charca en ese momento.

Herrerillo común Cyanistes caeruleus

Serín verdecillo Serinus serinus

Curruca capirotada Sylvia atricapilla 

Gorrión común Passer domesticus, Curruca capirotada Sylvia atricapilla 

Gorrión común Passer domesticus, Curruca capirotada Sylvia atricapilla, Serín verdecillo Serinus serinus 

Paloma torcaz Columba palumbus, Mirlo común Turdus merula, Carbonero común Parus major

Paloma torcaz Columba palumbus

15 de septiembre de 2017

Invierno largo


Todo parece indicar que el invierno será largo en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica para muchos animales, las heladas, como ya comenté en una entrada reciente, han dejado sin frutos a la mayor parte de arboles y arbustos; es patente el aumento y la temprana presencia de determinadas especies por los huertos de los pueblos , entre ellas está un buen número de ejemplares de Trepador azul Sitta europaea.

El Trepador azul es una de las especies que almacena frutos en esta época, en el video podéis ver que cuando saca un trozo de fruto seco grande, se lo lleva para alguna de sus despensas.




14 de septiembre de 2017

Larga vida


En una ladera lejana que se ve desde varias viviendas de un pueblo donde estamos, podemos atisbar a un Zorro Vulpes vulpes,   semi oculto por unas ramas.

Aun no son las seis de la tarde y hay mucha luz, nos parece demasiado osado para el cariño que se les suele tener en la zona rural.

Estamos en la época en que, fundamentalmente los machos jóvenes, se dispersan y tienen que buscar  nuevos territorios; es el momento en el que se produce una alta mortalidad, carreteras, personas, trampas, perros y otros animales, en un territorio demasiado fragmentado.



Cuando sale al descubierto vemos la probable causa de que se arriesgue tanto, tiene una pata que no puede apoyar en el suelo e intenta cazar algo para alimentarse; para sobrevivir tendrá que dedicar más tiempo que otro ejemplar en plenas facultades.

Deseamos y esperamos que sea capaz de sobrevivir y que tenga una larga vida, muchos lo hacen y son capaces de adaptarse e incluso recuperarse de fracturas serias(1).



1 Barrull,J. & Mate,I. (2015) El Zorro Monografías Zoológicas, Serie Ibérica. Tundra Ediciones, Castellón.

11 de septiembre de 2017

Reencuentro


Este fin de semana se dio el esperado reencuentro con el Tejón Meles meles, las dos primeras noches no hubo suerte, la luna estaba llena y el frío descendente de la montaña se metía en el cuerpo; los veraneantes ya son historia y hay un silencio que permite disfrutar del sonido del bosque.

Al tercer día apareció, parecía un poco receloso; se le oía resoplar para limpiar las fosas nasales de tierra y paja; el olfato le fue guiando a los trozos de pan que estaban situados bajo la luz de un foco, al principio se limitó a coger algún pedazo y comerlo en la zona más oscura.

Como no pasaba nada, el aire lo teníamos en contra , el olor no nos delataba y no había ruidos, pronto tomó confianzas y lo disfrutamos a una corta distancia, desde los dos a los cuatro metros.

El resto que lo cuenten las fotografías.













10 de septiembre de 2017

Eso es trabajar

Esto que veis, es la parte trasera de una caja nido, de esas que tienen repisa contra los predadores; hay que tener en cuenta que lo que tiene de fondo es prácticamente el doble que el ancho. Un bloque bien compactado.

El culpable, pesa entre los ocho y los doce gramos, ha trabajado muy duro; hemos de tener en cuenta que cada brizna de musgo, cada hoja, paja y pluma es un viaje.

Ya había leído que al Chochín común Troglodytes troglodytes no le gustaba anidar en la profundidad de la cajas y que utilizaba la repisa que se coloca para impedir la acción de los predadores; así que me lleve una gran sorpresa cuando fui a limpiar la caja y me encontré con ese bloque de material variado.

Que motiva a este Chochín para elegir una caja, habitualmente ocupada por carboneros, que está situada en un lugar abierto y a tres metros y medio del suelo; tiene montones de lugares con matorral por debajo de los dos metros, incluso alguna caja abierta, con mejor altura y localización.

Dando vueltas al tema, me pregunto si no tendrá algo que ver la Rata campestre que ocupa esa zona de matorral. Al final uno piensa como persona y no como Chochín.














9 de septiembre de 2017

Otro que para



Con los mosquiteros siempre me surgen dudas, si os apetece estudiar sus rasgos, es un ejercicio de paciencia muy sano, a la tarea.

Pienso que es un Mosquitero musical Phylloscopus trochilus, estamos en las fechas propicias para ver a este viajero, la mayor parte de los que vemos proceden del centro y norte de Europa, donde es muy abundante; en Iberia son contadas las parejas que se reproducen, estando localizadas en la Cordillera Cantábrica.

Este Mosquitero a hecho una parada en el entorno de la charca, le queda un largo viaje hasta su destino, África subsahariana.

Las últimas entradas inciden en la importancia de una pequeña charca, un lugar donde se ha podido intervenir; seguro que si nos ponemos, se nos ocurre algún lugar donde nos autoricen o toleren. Las satisfacciones son inmensas para la persona aficionada a observar la naturaleza y estos pequeños, grandes viajeros, lo tendrán más fácil con nuestra intervención.






8 de septiembre de 2017

Más viajeros


En este caso, utilizo lo de viajeros en plural, tres ejemplares de Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca, andan por el jardín y por supuesto, son unos grandes usuarios de la charca.

También son habituales sus paradas en estas fechas, van camino del África tropical y les queda un peligroso y largo viaje por delante.









7 de septiembre de 2017

Otro viajero


Algún Papamoscas gris Muscicapa striata, suele ser habitual que pare en el jardín, viaja al África tropical; utiliza la higuera y otros arbustos para lanzarse en pos de los insectos. Aprecia la charca y regala buenos momentos a la persona que lo observa.