17 de noviembre de 2011

Disfrutar de lo que se tiene cerca



En un futuro que se haya más cerca que lejos, no quedará más remedio que aprender a disfrutar de lo que se tiene cerca, de lo cotidiano. Sacar provecho, socializar y exprimir la utilidad de  los recursos de los que se dispone, como alternativa a la insatisfacción e irracionalidad del  consumo desmedido.
De las fotografías que pongo y las historias que cuento, sin duda alguna, las que más me satisfacen son las del Jardín, las que denomino bajas en co2; para poco sirve la ideología si no la aplicamos en lo cotidiano, en nuestras relaciones con la tierra, con nuestros congéneres y los demás seres vivos. Y por supuesto, nadie está exento de las contradicciones con las que se ha de vivir.
Por este lugar que denomino Jardín y que es un espacio público que puedo disfrutar e intervenir en su mejora, han aparecido una treintena  de ejemplares de Mito Aegithalos caudatus, conformando una bandada que repasó los Arces y Plátanos en busca de comida; su presencia no puede pasar desapercibida, a no ser que se tenga problemas de oído. Un par de Mitos se posaron en un Abedul cercano, momento en el que hice esta fotografía.
Una gran alegría, nunca había visto por aquí tal cantidad de ilustres visitantes.


 
En esta época también veo desde la ventana, un buen número de Zorzal común Turdus philomelos, presta (place) mucho ver como utilizan la fuente para beber y darse unos baños.
 
Quién también parece que ha aumentado en número y frecuencia es el Herrerillo común Parus caeruleus, está tomada la fotografía en un Nogal un poco más lejano, pero como me gusta mucho el pajarillo, la pongo.

Los ejemplares de Mirlo común Tordus merula, están todo el año; en estas fechas, junto con otras especies, frecuentan el Espino amarillo que parece tener a punto sus frutos. Un año más me dejarán sin el mejor concentrado de vitamina C.
El ruido de la fotografía es el normal después de aplicar un filtro de reducción, estos días de gris plomizo, ya pasadas las 17 horas hay muy poca luz; la mayor parte de las  fotografías de esta entrada están hechas en esas condiciones.
 Uno que nunca había parado en el Jardín y creo que le empieza a gustar (a mi también) es el Cernícalo Falco tinnunculus, lo hace en lo alto de la conífera, la vertical de la fuente; posadero de numerosas aves.
Hay mucho más, pero hay  que dejar algo para otro día.

10 comentarios:

  1. No sabía que estas bayas eran comestibles, voy a darle una alegría a mi suegra, que tiene un arbusto en el jardín. (Y un disgusto a los paxarinos).

    ResponderEliminar
  2. Se suelen tomar en infusión, jaleas u otros preparados, no saben muy bien y no conviene abusar (unas cinco bayas) Si le interesa hay mucha información en la red. Es una planta muy demandada en medicina y cosmética, utilizada por otras culturas desde hace mucho tiempo, aquí como no abunda igual se conoce menos.

    ResponderEliminar
  3. Que buenas fotos de aves de jardin...menudas suerte de vistas desde tu ventana , todo un filon!
    Saludos camperos!

    ResponderEliminar
  4. Un placer poder fotografiarlas tan cerca de casa,a veces nos pegamos un montón de kilómetros para ver aves y nos olvidamos de las que tenemos aquí...en el jardín.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Hola tocayo. Tu filosofía encaja muy bien con la mía. Me ha gustado mucho como has definido a las fotos del jardín; bajas en co2. Si señor. Hay que dar el callo.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. Bueno, en lo filosófico no puedo estar más de acuerdo. Es muy especial leer reflexiones que, además de coincidentes, están tan bien expresadas.

    Del pajareo, una concentración de 30 mitos es muy interesante, y oirlos llamarse sin parar tiene que ser toda un experiencia!! Subjetivamente (y también por mi actividad con cajas-nido) yo también veo al Herrerillo común prosperar. Lo del Cernícalo ya no es subjetivo: salta a la vista que gana espacios sin parar. A ver si no es un invernante y se te instala en ese vergel.

    Una entrada bonita bonita...

    ResponderEliminar
  7. Recuerdo, que hace unos años, un profesor bastante famoso, alguien considerado una eminencia en una especialidad minoritaria, me dijo mientras observábamos desde la ventana cómo un grupo de gorriones picoteaba el alpiste que un alma caritativa les había dejado sobre una cornisa de la Facultad: "míralos: no son conscientes de que ellos sí son imprescindibles". Besos.

    ResponderEliminar
  8. ¿Pero es que se van todos los mitos a tu jardín? jeje!
    Aquí los mirlos me dejan sin arándanos en verano y ahora sin madroños, me gusta lo escandalosos que son.
    Y viene un gavilán y se lleva a mis carboneritos pequeños, pero ni una foto he logrado. Tu ya le habrías sacado las pestañas, en foto claro!
    Saluudos y a seguir disfrutando.

    ResponderEliminar
  9. Me alegra las coincidencias con la entrada y que se dé importancia a lo cotidiano.
    Lo de los Mitos fue como una oleada, igual que llegaron, desaparecieron.
    Gracias por pasar y comentar
    Saludos, abrazos o besos según proceda ;)

    ResponderEliminar
  10. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar

Es apreciado cualquier comentario que sea respetuoso con las demás personas.