Eso pensé mientras hacía
unas tareas de remodelación en el jardín, por un momento sospeché de alguna medida gubernamental que afectase al
jardín; nunca se sabe hasta dónde pueden llegar, pensaréis que es paranoilla,
allá cada cual. Una vez descartado que el olor a carroña fuese de procedencia política, me centré en buscar el cadáver.
No había tal cadáver, en
su lugar, entre los residuos de madera
picada, un hermoso hongo que responde al nombre de Clathrus ruber; en algunas guías aun lo llaman Clathrus cancellatus.
Antes de abrirse, tiene forma
de huevo con un interior gelatinoso y un color blancuzco.
Al igual que el Phallus
impudicus , me engañó el sentido del olfato en su día, esta
especie también posee un olor fétido, como de carne en descomposición, con el que atrae a moscas y otros insectos para que
le dispersen sus esporas y parece que funciona bien.
Membrana mucosa oscura y
de olor fétido en sus superficies internas.
Bienvenido, Miguel, tienes un jardín de lo más resultón.
ResponderEliminarDoy fe que que apesta cosa mala, vaya valor tuviste de cogerlo, porque atufa de verdad.
Gracias Iván; la curiosidad hace imposibles.
EliminarMuy buena entrada. aunque algo pestosa, doy fe!
ResponderEliminarGracias Ángela, veo que el olor de este hongo causa simpatías ;)
EliminarYo es la segunda vez que lo veo, es muy curiosa la forma Gracias Ángeles
ResponderEliminarParece un coral! Menos mal que por ordenador no se huele. Vaya fotos más detallosas.
ResponderEliminarGracias Edel, proyectos había para oler por el ordenador, en este caso mejor lo ahorramos. Un abrazo
EliminarFascinante e inquietante a partes iguales. Por cierto, yo no creo que estés paranoico. Añado, lamentablemente. Besos.
ResponderEliminarLamentablemente...hasta yo preferiría estar paranoico. Besos Salomé
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