En las rocas, estaba viendo esta especie de medio tazón, hecho de barro, estaba ante el nido del Avión roquero Ptyonoprogne rupestris.
Asoma una cabeza, comienza a notarse nerviosismo en el ambiente.
Alguien da la alarma, no se sabe muy bien de dónde salen, cuatro aviones dan pasadas, una y otra vez, al Arrendajo euroasiático Garrulus glandarius que, se encontraba merodeando en las cercanías.
En esta ocasión ganan los aviones, harto de tanto follón, el Arrendajo, buscará comida en otro lugar.
La pareja, ya está sola, controla las inmediaciones antes de volver a ocupar el nido.
En este peñón de montaña tiene recursos muy interesantes: agua, materiales de construcción y una parte de su dieta que, constituyen un buen número y variedad de insectos.
Eso es todo por hoy.
Que chulas, con lo difícil que es fotografiarles. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarGracias Germán. Un abrazo
EliminarGuapo paxarín roquero... sigue el ritmo de la música. Un abrazo, Miguel.
ResponderEliminarGracias Belén Un abrazo
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