Cada mañana, muy temprano, con las primeras luces esperaba la visita del Pito real ibérico Picus sharpei; un lujo tomar ese primer café y poder seguir sus evoluciones por el huerto. De cuando en cuando he caído la tentación de empuñar la cámara fotográfica y he ido acumulando fotografías de este pícido.
Todo un privilegio, tomar un café disfrutando de las evoluciones de esta preciosas ave, ajena a que la esté observando.
ResponderEliminarBonitas fotos.
saludos
Gracias Pini Saludos
EliminarUn café de lujo.
ResponderEliminarLa verdad es que resulta placentero. Un beso
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