13 de enero de 2018

Lechuza común


Hoy pasando por una carretera del Oeste de Xixón (Gijón) se dejó ver una Lechuza común Tyto alba, estaba allí como diciéndonos “soy el ave del año, a ver si contáis algo interesante”.



Si queréis saber cosas sobre este ave, hay mucha información en la Red y una bibliografía extensa; os recomiendo para comenzar 20 cosas que (quizá) no sabías sobre el Ave del Año.

Siempre que veo una lechuza siento una gran emoción, además he tenido la suerte de poder hacer algunas fotografías, la emoción es doble.

Desgraciadamente tengo la sensación de haber visto más lechuzas muertas, bien por atropellos, electrocuciones o envenenamientos, que vivas.



La Lechuza común, es una víctima más de la contaminación, de los químicos y del veneno que hace que desciendan drásticamente su presas y sufran envenenamientos secundarios. 


Son muchas las personas que utilizan veneno para terminar con topos, ratas o ratones; cuando estos animales envenenados salen al exterior para intentar respirar mejor, son presas fáciles de los predadores, produciendo el envenenamiento de estos últimos. El resultado es una progresión en la dependencia de los venenos, al desaparecer los predadores naturales. El contar con una Lechuza u otros animales cerca, es un lujo y la mejor medida para combatir plagas.


Una de las muchas cuestiones interesantes de este ave es el vuelo silencioso, la estructura especial de sus plumas, no hacen fricción con el aire, esa es la causa; la sensación de suavidad al tocar una sola de esas plumas es elocuente.

2 comentarios:

  1. ¡Qué suerte has tenido, Miguel! nunca he visto ninguna rapaz nocturna, solo las escuché, y me encantaría. Un fuerte abrazo.

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