Ha llegado tarde

Estos días pasados me enteré donde estaban las parejas de  Colirrojo Real Phoenicurus phoenicurus nidificando, lo hacen en unos huecos que quedaron, cuando se hicieron las bajadas de una cubierta  por el exterior. Son dos parejas y están a una distancia de ocho metros la una, de la otra.

Entre ellas no hay conflictos, el problema lo causó un Gorrión Común Passer domesticus que pretendía tener algún derecho sobre uno de los agujeros; durante muchos ratos, de dos días, se posó en el protector de la bajada y fue bastante molesto para una de las parejas. Creo que ya asumió que ha llegado tarde, los colirrojos ya tienen pollos.

Con cierta resignación la pareja de colirrojos, esperaba en la cubierta del edificio a que se apartase el molesto Gorrión. Al final ha triunfado la paciencia.

El planta árboles

El Arrendajo Garrulus glandarius, se bajo a escasos metros de donde me encontraba; la recompensa debía de ser suculenta, allí mismo se subió a una estaca y la comió, con gran satisfacción.

De las muchas interacciones que practica con animales y vegetales, la que más me gusta, es la de diseminador de semillas. ¿Cuántos robles, castaños, hayas… y otros árboles, habrá plantado?

Mientras nosotros como especie deforestamos, la fauna hace una labor callada de restauración, allí donde la dejan; sin grandes presupuestos y con más inteligencia.

Pico picapinos

Hoy la entrada es un poco más extensa que otras veces, en fotografías, no asustarse que, no lo es en texto. Lo he tenido que currar, un solo ángulo posible para poder tener un hueco entre las cañas y las hojas; la gente al pasar miraba hacia arriba y luego para mí, como si estuviese un poco mal de la cabeza, algunos remoloneaban en los alrededores y me tenía que ir para no ser multitud; un ciclista, por mirar al árbol, casi se empotra con la cámara y las cervicales, para que contar.

El otro día cuando contaba el resto de mis Andanzas por el Río Piles, contaba como había visto fugazmente al Pico picapinos Dendrocopos major, había desaparecido de mi campo de visión como arte de magia; el secreto es que en la otra cara de ese viejo árbol, tiene el nido.

Si os fijáis en las fotografías, veréis las garras y las potentes rectrices (dos pares) centrales de la cola, armas potentes para subir por los árboles.

En el tiempo que pasé observando, se  alternaban  en la ceba  entrando  en el nido, el Macho (es el que tiene rojo en la nuca) y la hembra; emiten un curioso sonido de aviso y no salía uno hasta que no llegaba el otro.

Por las alturas

Del paseo por las alturas queda alguna fotografía que considero interesante, es relativamente fácil de ver  el    Escribano Cerillo Emberiza citrinella; en primavera frecuenta campas y laderas de montañas, generalmente por encima de los  1.000 metros, es amigo de tener  cerca el agua.

Se estaban dando un buen atracón de insectos, aunque su dieta fundamental sean las semillas.

En esta fotografía se puede ver a la pareja, todo parece indicar que el nido no estaba muy lejos.

La que parece algo retrasada con el nido es esta Collalba gris Oenanthe oenanthe, no suele ser fácil acercarse y creo que cuando están en la tarea de reproducción, la tendencia de la mayor parte de  las aves, es ser más esquivas.

Nunca había visto a la Cigüeña blanca Ciconia ciconia  por estos lugares, tres ejemplares compartían con los caballos los pastos del Puerto de la Cubilla.

Por la montaña

El sábado tenía en mente ver algunas aves de las que no se suelen ver al nivel del mar, el Roquero rojo Monticola saxatilis  fue una de las que he visto, las fotografías son más o menos, como las que siempre he conseguido, desde bastante lejos.

Los dos machos que disfrute durante mucho tiempo, estaban inmersos en escaramuzas territoriales y no se dejaban en paz el uno al otro; cada vez que me intentaba aproximar a uno, el otro lo echaba. Los dejé por imposibles, la próxima vez igual me disfrazo de roca.

Otro que no podía faltar por la montaña y que pude fotografiar, el Acentor alpino Prunella collaris, el plumaje se ve bastante gastado y no muestra el esplendor del que suele dar gala; tampoco estaba yo para mucho, antes de intentar agacharme desapareció.

Cura de humildad

Me sentía como el amo de la montaña, sentado en lo más alto y viendo como bastante abajo iban subiendo unos ejemplares de  Rebeco Rupicapra rupicapra, no le di ni importancia a que algunos ejemplares fuesen muy jóvenes, mentalmente les dije:” hoy os gané, estoy más alto”.

No había ni recobrado el aliento cuando un jovencito apareció al trote, se marco unos paseíllos, hizo algunas muecas que parecían una burla y luego, creo que miró con ternura al bicho que parecía estar en las últimas.

Se alejó trotando con alegría, mientras yo rumiaba la cura de humildad.

Continúan con sus tareas

Con tantas cosas que ver y fotografiar me va quedando abandonado este espacio que llamo jardín, no por ello la vida se paraliza, todos habitantes continúan con sus tareas; el Colirrojo Real Phoenicurus phoenicurus, parece que ya está en las tareas de alimentación de los pollos y es fácil de ver.

Hoy os pongo unas fotografías hechas sobre la marcha, un día de estos, las habrá que mejorar.

Tienen huecos en las fachadas y pasan de las cajas nido, para mí lo importante es que críen aquí, un año sí y otro también; intento ver si en las cercanías se ve alguna otra pareja, no sería extraño.

Andanzas por el Río Piles

De las andanzas por el Parque fluvial del Río Piles, aun quedaba alguna fotografía  interesante de estos días;  se ven ejemplares de Escribano soteño Emberiza cirlus, este ejemplar posó amablemente para la cámara durante unos instantes, guapo y amable el pájaro.

Este otro no se dejó ver tanto, no por ello es menos guapo el Pico picapinos Dendrocopos major.

El Corzo Capreolus capreolus se dejó ver un buen rato, a su pesar, atrapado entre cierres de fincas, busca un paso alrededor de todo el perímetro; supongo que terminaría encontrando el lugar por donde entró, lo tienen complicado los bichos con esos cierres.

El corazón agitado

Hoy he trastocado un poco mi agenda de entradas, no todos los días se ve, ni se fotografía  a la Oropéndola Oriolus oriolus; tendrá que esperar lo que estaba previsto.

Las fotografías son de hoy, un día muy oscuro y pasadas las 19 horas; cámara en mano y el corazón agitado que hace temblar todo el equipo.

La hembra no fue posible de fotografiar en el escaso tiempo que se dejo ver cerca de macho.

Parque fluvial II

Ayer aun se podía ver por el Parque fluvial del Río Piles a esta Garza imperial Ardea purpurea, por lo general es difícil de localizar en el suelo o entre los carrizos; como le ha dado por subir a los árboles del entorno de la charca pequeña, repetimos fotografía en el árbol, solo que esta vez las condiciones eran mejores.

Esta segunda fotografía, para documentar la curiosa manera que tiene de subir al árbol este ejemplar; hace un vuelo totalmente en vertical, desde la  base hasta la copa, unos diez metros.

Este pollo de Gallineta común Gallinula chloropus, me dio por sacarle un parecido razonable a un diminuto gorila; no es que sea feo, que para pollo de Gallineta seguro que está bien, pero imaginar que os tropezáis algo así, en grande, al doblar una esquina.

Para terminar con las visitas al Parque fluvial, por hoy, os dejo el Papamoscas gris Muscicapa striata, visto en los márgenes del Río Piles.