Si os apetece ponéis letra y música, yo solo pongo algunas imágenes, tomadas esta tarde, de la Gaviota Reidora Larus
ridibundus.
27 de febrero de 2014
Letra y música
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Miguel
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Playa del Arbeyal
25 de febrero de 2014
Un invierno más
Este domingo pasado, cuando creía que
este invierno ya no los iba a ver, he
podido ver y fotografiar a este Escribano palustre Emberiza schoeniclus; no se dejó
mucho, pero me dio gusto verlo, un invierno
más, por la Ría de Villaviciosa.
Centenares de Abejas minadoras, andan en una actividad
frenética, por los suelos arenosos de Misiego y las zonas de dunas de la Playa
de Rodiles; con las fotografías no creo que sea posible decir que Andrenidae es. Las clasificaciones de esta
familia están en constante discusión y creo que están poco estudiadas aun.
Todas las especies de Andrena son
marcadamente terrícolas, construyendo sus nidos, preferentemente, en suelos
arenosos y soleados; están con unos preciosos montículos de arena, adornadas
las dunas y terrenos similares.
Pero para mi sorpresa, también puede que sea Colletidae, si se verifica, le terminaré haciendo una nueva entrada, de penitencia; lo merece.
Pero para mi sorpresa, también puede que sea Colletidae, si se verifica, le terminaré haciendo una nueva entrada, de penitencia; lo merece.
Saliendo
por el canal a la mar, un Arao común Uria
aalge, se dejo arrastrar por la corriente y cuando se encontró en la zona
batida por las olas, les dio el culo; así salió a la mar abierta. Tenía buen
aspecto y parece que estaba mudando las plumas.
En la
parada del tramo urbano de la ría, descansaban un par de ejemplares de Espátula
común Platalea leucorodia.
Por allí también estaba el Tarro blanco Tadorna tadorna, parece abonado a la
zona.
Un Andarríos grande Tringa ochropus, compartía charca con la
Cerceta Común Anas crecca, parece que
ha descendido bastante el número de esta especie y de alguna otra que eche en
falta, como la Avefría Europea Vanellus
vanellus.
23 de febrero de 2014
Paciencia
El sábado al mediodía me
acerqué a la playa del Arbeyal, se veía poco bicho, la marea bajaba y eso
garantiza que no habría pescadores en el lugar que me quería apostar. Decidí poner
en práctica la paciencia y esperar.
El premio a la espera
llegó bastante tiempo después, en forma de Serreta mediana Mergus serrator, hacía días que no la veía y le pude hacer algunas
fotografías; no son las deseadas, pero me parecen mejores que las que le había hecho con
anterioridad.
Este Cormorán grande Phalacrocorax carbo, fue el que la hizo
salir volando del susto, justo apareció por detrás.
En los tiempos de espera
se paseo con frecuencia el Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis, no pude evitar el fotografiarlo, ya parece
que comienzan a asomar sus llamativos mechones auriculares amarillos.
En la playa me entretuve
con esta Gaviota Reidora Larus ridibundus,
mientras vigilaba que no se molestase al Arao común Uria aalge que estaba en la arena; un fracaso, o se ponen barreras
o no hay quien pueda.
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Miguel
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Playa del Arbeyal
22 de febrero de 2014
Mortandad de Araos
A todas las
personas que están atentas a lo que sucede en la naturaleza, les llamará la
atención la cantidad de Arao común Uria aalge que se ve en nuestra costa, así
como la elevada mortandad que presenta la especie en estas fechas; coincidiendo
una y otra vez, con un estado de la mar pésimo.
No es la única
especie, hace días leía que unas cinco mil aves aparecían muertas en las costas
francesas, la mayor parte Frailecillos.
El Alca común
perteneciendo a la misma familia e incluso siguiendo su árbol filogenético a la
misma tribu (Alcini), ha dejado de verse en la frecuencia que se hacía antes de
los sucesivos temporales y serán contadas las aves que hayan aparecido muertas
en nuestras playas; las explicaciones de que las alcas ocupan lugares más
cercanos a la costa y que por eso sufren menos los temporales, no me terminaron
de convencer. Le he estado dando algunas
vueltas al tema y supongo que algo tiene que ver el número de individuos de
cada especie, el área de invernada y adaptaciones al medio diferentes.
Según los datos que
he encontrado, la población mundial de Arao común, se estima en 7,3 millones de
parejas reproductoras y el Alca común, se estima entre las 500.000 a 700.000
parejas reproductoras; es por tanto más probable encontrar Araos afectados por
el temporal que Alcas, aunque no tengo claro que se encuentren en la misma
proporción que la de sus poblaciones.
El Alca común tiene
una dispersión invernante que llega al Mediterráneo español y Golfo de León,
estimada entre 15.000 y 40.000 aves; a estas habría que
sumar unas 4.000 en el Golfo de Cádiz.
El Arao común, por el
contrario, es un invernante Atlántico que suele llegar hasta el Golfo de Cádiz.
En el Mediterráneo cambia
la salinidad, la temperatura e incluso los nutrientes que se traspasan al
Atlántico por las corrientes profundas; está claro que al Arao no le va como
lugar de invernada.
Las dos especies presentan adaptaciones similares para la función buceo, sacrificado
en parte el vuelo y también la movilidad en la tierra. El desarrollo del cráneo
en aros y alcas, sigue el mismo patrón;
el pico ha evolucionado de forma diferente.
La limitación a las frías aguas del norte, por su método de caza
de presas: buceo y persecución; estaría determinada por la velocidad a la que los peces pequeños puede
nadar, más o menos, el doble a temperaturas de 15 °C que a 5 °C. El
calentamiento de determinadas corrientes de agua en el Atlántico norte, podrían
tener consecuencias nefastas para estas aves buceadoras.
La industria pesquera ha extraído
enormes cantidades de pequeños peces (forrajeros) de los océanos, utilizando
buques factoría. Estas capturas se realizan para la alimentación de los
animales de granja. De esos peces pequeños dependen alcas, araos y otras aves;
se ha comprobado que están en muchas ocasiones pobremente alimentados, por tener
que dedicarse a capturar especies de bajo valor nutritivo.
El Arao Común realiza una
persecución buceando para alimentarse, nada bajo el agua con las alas que están
perfectamente adaptadas para la propulsión; las inmersiones, duran menos de un minuto pudiendo estar
entorno a los dos minutos bajo el agua. La profundidad de buceo es variable,
siendo normal que lo haga a los 30 metros, aunque se han registrado
profundidades de buceo de hasta 152 m.
Adquirir energía tiene un
alto coste para estas aves y no están encontrando presas que lo compense en
nuestras costas.
El descansar sobre la
superficie del agua, no sale gratis; Se ha comprobado en el caso de la Gaviota
tridáctila que el descanso en el mar durante la noche, a temperaturas en torno
a los 12,5 ° C, le supone un desgaste metabólico
de un 40% más alto que reposando en el aire a la misma temperatura.
A temperaturas
comparables, los costos metabólicos son mucho más elevados para las aves que
descansan en el mar, en comparación con el descanso en tierra.
De la observación de alcas
y araos, llego a la conclusión que las dos especies soportan una alta carga
alar que, les resta agilidad y hace el despegue dificultoso, tanto en la tierra
como en la mar. Como resultado del
pequeño tamaño de las alas y el cuerpo relativamente pesado, deben de ejecutar una
carrera a lo largo de la superficie del agua o de la arena, para obtener la
velocidad suficiente para lograr levantar y alzar el vuelo.
El Arao común mientras
muda las primarias (45-60 días), es incapaz de volar; no sé si a sus parientes
les pasa lo mismo.
Cuando un Arao llega a la
playa, ya suele estar en un estado de agotamiento; se puede encontrar con él
que quiere que su perro “coja a ese pájaro” y que no pestañea a la hora de
agredir a una mujer que quiere impedírselo, suceso de esta semana pasada o a
quién le gusta el “pingüino” y se acerca demasiado, sin saber el estado del
animal que tiene delante. El caso es que los que quedan por nuestras costas, por
regla general, lo tienen muy complicado.
Si queréis más información
la tenéis en la Wikipedia y en los documentos de
consulta.
Las dos últimas
fotografías se pueden ver a toda pantalla abriéndolas en una nueva ventana.
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Miguel
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19:59
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Playa del Arbeyal
18 de febrero de 2014
Entre tormentas
Entre tormenta y tormenta,
el pasado fin de semana di un paseo por el sur de la cordillera cantábrica; con
el tiempo que hacía esos días, desde el coche vi la práctica totalidad de los
nidos de Cigüeña blanca Ciconia ciconia
ocupados; llevan aguantando por el norte de León nevadas, heladas, lluvias muy
intensas, fuerte viento… Para la cigüeña
ha llegado la fecha de ocupar el territorio de cría y ahí está.
El Trepador azul Sitta europea, al igual que muchas
otras aves forestales, ya buscan por el suelo o entre las piedras; unos días de
sol como el de hoy que hiciesen eclosionar la vida, les vendría bien y a mí
también.
De cuando en cuando
conviene mirar hacia los cielos, me sorprendió con varias pasadas este Milano
Real Milvus milvus, el plumaje ya
necesita una renovación.
Pero para desgaste de
plumas, el Buitre leonado Gyps fulvus,
ya no le queda timón.
4 de febrero de 2014
Suelo limpio y aireado
Siempre encuentro un momento para ver como discurre la vida al otro lado de la ventana. Se han instalado un
buen número de ejemplares de Pinzón Vulgar Fringilla
coelebs en las inmediaciones. En su mayoría son hembras, en la fotografía sale este macho que se lo curró, se puso muy próximo al
lugar donde yo estaba.
Hay una gran cantidad de
agua, en estas fechas la charca es menos visitada; el Gorrión Común Passer domesticus, bebe en cualquier
lugar. Miedo da el pensar lo que se meten, bebiendo en alguno de los lugares
que lo hacen.
Ejemplares de Estornino
pinto Sturnus vulgaris, repasan la
pradera, una y otra vez, en busca de vermiformes; están dejando el suelo limpio y aireado para la explosión
primaveral que anuncian, entre otras, las margaritas.
1 de febrero de 2014
Sin venenos químicos
Una de esas historias que
van quedando postergadas, por falta de tiempo, es la de dos juveniles de Colirrojo
tizón Phoenicurus ochruros que
observé a intervalos, durante dos horas de un día de inicios de agosto, en una
vieja pomarada.
Aunque te sepas la teoría,
cuando ves la práctica, cambia totalmente la percepción de las cosas; arañas
e insectos eran vistos y capturados por
estos dos ejemplares, se lanzaban desde
la percha, a la que solían regresar con la captura; llama la atención la distancia a la que pueden detectar
sus presas. Cuando intento hacer macro y busco algo para llevar al objetivo,
envidio esa capacidad de ver.
Si las personas fuesen
capaces de ver la naturaleza que les rodea, las interacciones que se producen y
el beneficio que se obtiene, se viviría de otra manera, más natural y sana, sin
venenos químicos.
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