Un par de días por la montaña,
buscando una fotografía más o menos decente del Roquero rojo Monticola saxatilis, ver lo vi varias
veces como podéis apreciar en esta fotografía testimonial, donde se ve la pareja
si se pincha y se amplía. No hubo forma de estar un poquito cerca, otra vez
tendrá que ser.
El que si se dejo fotografiar bastante cerca fue el Acentor común Prunella modularis, el cual vi con mucha frecuencia y se mostró muy sociable.
La Bisbita ribereño alpino Anthus petrosus, bastante atareada en
alimentar a los polluelos, es otra de las especies frecuentes que es bastante
sociable.
Lavandera boyera Motacilla flava en
el embalse del arroyo de la Cantarilla, este mini embalse y sus cercanías
darían para pasar varios días haciendo fotografías de flora y fauna.
Por allí se encontraba esta
hembra de Ánade azulón Anas platyrhynchos, Coríu en esta
tierra; que llevaba detrás suya una fila de ocho preciosos patitos.
La colonia de Avión común Delichon urbica, nidificante en la Casa
Mieres bien daría para estar horas viendo el trajín que se traen.
Gorrión chillón Petronia petronia, se dejó ver a lo
lejos durante unos segundos medio camuflado detrás de una roca.
Otro alado muy presente en nuestras
montañas el Buitre leonado Gyps fulvus,
el calor del fin de semana pasado casi le deja más de una carroña de
domingueros sin agua y con escasa preparación física; el número de intervenciones del
112 ha sido exagerado, es una evidencia de la temeridad con la que se suele
salir a la montaña.
También se dejó ver el Escribano
montesino Emberiza cia junto con otras especies habituales en las montañas, creo que con
estas referencias es suficiente por esta ocasión.