20 de junio de 2017

Calor


Calor, mucho calor, hasta los pollos de Pico picapinos Dendrocopos major parecen más malhumorados. 

La configuración que tenía para el video no era la mejor, es una zona sombría y muy concurrida, suelo disimular; parece imposible, pero muy poca gente los oye. 

Son varias tomas sin transiciones.


11 de junio de 2017

El pico cargado


En esta época se ven a muchas aves con el pico cargado de presas para alimentar a los pollos; siempre intento ver y si es posible fotografiar a los Pico picapinos Dendrocopos major, algunos años lo he conseguido y en el blog hay un gran número de archivos que lo atestiguan. El caso es que lejos de cansar de ver a esta especie, cada vez me gusta y disfruto más.










7 de junio de 2017

O mucha suerte


Decía en la entrada anterior que en Peñas se pueden disfrutar de muchas aves, me parece un lugar perfecto para ver Curruca cabecinegra Sylvia melanocephala y si se deja fotografiar perfecto.

En cualquier caso, considero que tengo mucha suerte, disfruto con lo que hago.







6 de junio de 2017

Alguna vez hay suerte


Peñas es buen sitio para disfrutar de muchas aves, entre ellas, se encuentra el Escribano triguero Emberiza calandra

La costumbre que tiene de posarse más o menos en los mismos lugares, durante la primavera y parte del verano, desde donde lanza su reclamo, facilita el poder hacer alguna fotografía; no le gusta la proximidad de los humanos, alguna vez hay suerte.








2 de junio de 2017

Grandes ojos negros


El Cárabo común Strix aluco, es una rapaz nocturna que en primavera, cuando tiene pollos, es fácil de observar de día; en los entornos de la ciudad, afortunadamente quedan unos pocos viejos árboles, con oquedades que aun no han caído presas de la motosierra y que es necesario proteger.

En uno de esos lugares, en días y condiciones de luz diferentes, he tomado unas cuantas fotografías, de las que hoy muestro una selección, los cárabos no suelen estar muy activos durante el día, suelen ser difíciles de ver y fotografiar; si estamos atentos a la música de la naturaleza y tenemos el pabellón auricular libre, los podemos detectar más fácilmente. Aunque no los veáis, en alguna copa de los árboles, esos grandes ojos negros os observarán.