Días lluviosos, la temperatura anuncia la cercanía del invierno; un paseo por Misiego ya cerca de la desembocadura de la Ría de Villaviciosa, pasado por agua. La fotografías también están pasadas por agua, la luz refleja el día que hace; me gusta que las fotografías reflejen el día en que se tomaron, las gotas de lluvia que resbalan por las plumas de las aves, son las mismas que me han terminando empapando en un hermoso paseo.
En una charca temporal, de esas que se forman cuando comienza a llover de verdad, un grupo de Garcilla bueyera Bubulcus ibis, acompaña a unas vacas; una está cercana al lugar en que me encuentro, le hago una fotografías.
Un poco más adelante, se mueven los juncos de la orilla como nunca los he visto moverse; esperaba una sorpresa mayor, era un ejemplar de Cormorán grande Phalacrocorax carbo, lo acompañé un rato con la mirada por si capturaba alguna presa, hasta que lo vi alejarse entre los juncos.
En otra charca temporal la que salta de madero en madero, es una bonita Lavandera cascadeña Motacilla cinerea, me entretengo un rato; parece un buen lugar para esta belleza de lavandera, comienza a llover fuerte.
Mientras aguanta lo que comienza a caer, me mira de reojo un elegante Archibebe claro Tringa nebularia, no pierde nada de su estética mojado.
A lo lejos, en un árbol seco, descansa y vigila el territorio de caza un Ratonero común Buteo buteo; aparecen tres molestos ejemplares de Cuervo común Corvus corax, se termina yendo.
Calado, en retirada, me paro un momento y observo y fotografío el símbolo de esta ría: el Zarapito real Numenius arquata; por hoy ha estado bien.