Aun me quedaban unas
especies de aves playeras por poner, de mis últimas salidas a la Playa de
Bañugues y algunas cosas por contar.
En algunas de las
fotografías se aprecia que estaba lloviendo y por tanto, la presión humana
debería ser menor que un día soleado; con la marea alta, las aves se hacinan en
las pocas rocas que sobresalen y aguantan las embestidas de las olas una y otra
vez, no creo que lo hagan por placer.
Uno de los que intenta
descansar y alimentarse es el Chorlitejo
grande Charadrius hiaticula, hay un
buen número y son muy entretenidos de ver en plena actividad.
Comparte playa y parada, en su viaje al Ártico, el Correlimos común Calidris alpina.
De cuando en cuando,
llegan grupos de Aguja colipinta Limosa
lapponica, buscando sitio; a estas les acompaña un Zarapito Trinador Numenius phaeopus.
Una de las actividades necesarias
de las aves y que se practica en las
paradas, el baño; hay que mantener en buenas condiciones el plumaje, aún quedan
muchos kilómetros para volar hacia sus territorios de reproducción.
Otro que se va para el
norte, el Vuelvepiedras común Arenaria
interpres; hay ejemplares en estas fechas de un guapo subido.
Esta primera foto la he
puesto para que se vea el dedo amputado, eso lo
hacen los sedales y otras porquerías que se tiran sin miramiento; realmente toda
la basura que termina en el mar la terminamos comiendo, aunque solo fuera por
eso, deberíamos de ser más conscientes.
Y la Garceta común Egretta garzetta, también andaba por
allí; esta parece que anda un poco retrasada, si continúa por la zona habrá que
espiar por donde se mueve.
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