Me decía un bloguero
recién llegado (no señalo a nadie) que: si había terminado mi fuente de
inspiración con la marcha del Ruiseñor; ni mucho menos, solo con un poco de
tiempo se pueden hacer observaciones y/o
fotografías de aves desde casa, o de muchas otras cosas de la naturaleza del
jardín.
Mientrascolocaba el camuflaje
pasó en un vuelo bajo un Ratonero común Buteo
buteo, es la segunda vez que lo veo esta semana; solo falta que lo fotografíe.
Me dispuse debidamente
camuflado en el coche, para relatar lo
que veía u oía; la puerta contraria a la de la cámara abierta, vigilaba la
fachada del patio interior…, y allí estaba el Cernícalo Falco tinnunculus; a la tercera va la vencida, aun podría haber
sido mejor, pero hay que saber conformarse.
De nuevo sentado en el
coche, llegan tres inconfundibles ejemplares de Gorrión Común Passer domesticus; sorpresa lo que parece
un juvenil y sin cola, no es Colasín. Vaya lio, este es el cuarto ejemplar de
Gorrión sin cola del que tengo constancia en poco tiempo; ¿habrá gorriones
mutantes?
En esas comenzaron a oírse
ejemplares de Urraca Pica pica, por
experiencia se que mientras estén cerca desaparecerán todos los pájaros del
bebedero, aprovecho para estirar las piernas y que me vean las urracas, así se
van antes.
De nuevo apostado cuando
un sonido familiar de aleteo me pone en guardia, llega Tórtola turca Streptopelia decaocto, no podía faltar,
su capacidad de adaptación a las zonas humanizadas ha sido el éxito de su
expansión.
Al rato llega el Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca, lo secundan dos ejemplares de Verdecillo Serinus serinus, estas dos especies
siempre parecen estar en duelo en el entorno del bebedero.
Este año creo que los
verdecillos han tenido mejor éxito en la reproducción, los tres años anteriores,
algún que otro nido sucumbió a la depredación de las urracas; yo los he llegado
a considerar torpes y descuidados a la hora de hacer el nido, tal parece que
solo les queda poner anuncios en la prensa.
Un inquieto ejemplar de lo que probablemente sea
un Mosquitero común Phylloscopus
collybita, se posa por un momento en una ramita después de darse un baño.
Tengo una asignatura pendiente con los mosquiteros y sus cantos, cuando cantan.
Otro habitual, el Petirrojo
Erithacus rubecula, no perdona su
baño, una pena que haya poca luz, las posturas de bañarse y las proyecciones
del agua, son dos de las escenas que me gusta fotografiar.
La crónica de un día en el
jardín, podría ser una especie de historia interminable; el Jilguero Carduelis carduelis, Mirlo común Tordus merula, palomas, el canto del Pito
real Picus viridis por encima de mi
cabeza…
Habrá que dejar algo para
contar otro día.
No sé como puede haber gente que tenga esos pensamientos.... Colasín es un crak, viéndolo tirarse a la piscina, no me extraña que triunfe, si fuere una gorriona, sería mi hombre.Saludos.
ResponderEliminarYo creo que ha triunfado y en estas..., empezamos a ver descendientes sin cola. Si los gorriones fuesen humanos más de uno se habría desplumado para ir a la moda. Saludos
EliminarTodoesto es posible (hay tomas que me han hecho reir en esta y otras entradas) gracias al camuflaje del declatón. Saludos
ResponderEliminarHas dado en el clavo. Saludos Pablo
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