Ya me daba por contento con esta
imagen del Somormujo lavanco Podiceps
cristatus, se sumergió y yo esperaba como siempre, apareciese varios metros más allá, yendo en
dirección contraria y mirando de reojo al animal fotográfico.
¿Curioso, provocador o
inconsciente? Hizo lo inesperado, emerger cerca del lugar donde me encontraba; el
caso es que me gusta su mirada, es como si estuviera midiendo a quien tiene
enfrente; no me perturba una mirada que escruta, sea del bicho viviente que sea.
Creo que los humanos son los
únicos bichos capaces de terminar a tortas por una mirada, sobre todo si es a
su acompañante; cosas de la inseguridad y de ese amplio sentido de la
propiedad. Tu…, ¿qué miras?.
Hola Miguel, me has echo sonreir con tu reflexión sobre la mirada en el ser humano, que razón tienes,
ResponderEliminarlas fotos de 10 como siempre.
Saludos, Lolo
En el mes de agosto vi una situación ridícula, patética y dramática por lo que a la larga acarrean esos comportamientos en la pareja; no era un niño, ni un adolescente, aunque claramente adolecía de muchas cosas. Gracias y saludos Lolo
EliminarParece ser que no le asusta este animal fotográfico...lo tiene visto más veces...
ResponderEliminarHe de confesar que con los zampullines no he tenido la misma suerte, solo les he podido fotografiar el culo cuando salían en dirección opuesta.
EliminarEl blanco de los ojos, que fue un invento de la evolución único y estupendo cuando lo necesitábamos para comunicarnos sin ruidos en nuestra época de cazadores-recolectores, ha resultado ser un estorbo ahora que delata nuestras emociones a los demás.
ResponderEliminarSolo hace falta que ahora nos evolucione algo más el cerebro.
EliminarSin complejos. Besos.
ResponderEliminarMejor resumido imposible. Besos
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