Primero arpona la Garza
real Ardea cinérea, la pieza es de
las que sentiría envidia cualquier pescador, creo que es un lenguado de lo más
curioso; luego comienzan los problemas, el pez es demasiado ancho para tragar.
Se agita, se vuelve a
arponear, se le moja, se vuelve a intentar…; después de una hora larga, ya
estaba mucho más lejos de donde cobró la presa, seguía en la misma tesitura. A su
alrededor, gaviotas y córvidos esperaban la oportunidad de picotear el
suculento manjar.
Grande, no es sinónimo de
bueno.
Pudo disfrutar de su trofeo, o tuvo que compartirlo? Sería una pena.
ResponderEliminarNo sabría decir, para desmenuzarlo no tenía habilidad y tragarlo entero, me parece imposible. No podía quedar allí todo el rato para ver en que terminaba la cosa, podrían ser unas cuantas horas que no tenía. Saludos
EliminarA veces los animales calculan mal sus posibilidades. Más le hubiesen valido dejar la presa para otras aves y no haber perdido el tiempo en una misión imposible y haberse ocupado de buscar otra presa más acorde con sus posibilidades. magníficas fotos para dejar un buen testimonio del lance.
ResponderEliminarSaludos
Supongo que la obstinación no es solo humana. Gracias y saludos Pini.
EliminarQué apuros pasa una... garza cuando le cortan el... ¿rabo? Besos.
ResponderEliminarSi es real, será la cabeza. Besos
EliminarHola Miguel!! Complicado lo tiene con ese pico,
ResponderEliminarcon esa pieza ya comía yo tranquilamente... jejeje
un saludo
No sé..., igual necesitabas algo de guarnición jejeje. Un saludo amigo
Eliminar