Sentarse en el lugar adecuado y esperar, suficiente para que algunos ejemplares de Chorlitejo grande Charadrius hiaticula se acerquen a una distancia prudencial, la distancia de seguridad que considera suficiente cada ejemplar; en ocasiones hay alguno que nos sorprende.
No es difícil de ver por las costas cantábricas durante el invierno, se concentrarán en buen número en marismas y humedales del sur peninsular.
Con cierta facilidad podemos disfrutar de su belleza y de la gracia de las cortas carreras que hace para alimentarse; como siempre, solo hay que saber estar en la naturaleza.
Buenes semeyes Miguel
ResponderEliminarMagníficas fotos . Estas aves son de lo más simpáticas, con un colorido espectacular.
ResponderEliminarSaludos
Gracias a los dos compañeros Un saludo
ResponderEliminarExcelentes capturas, Miguel. Dándoles cariño y pocos sustos, esos juveniles de chorlitejo grande se acercan muchísimo y son muy amistosos.
ResponderEliminarSi lo son amigo Iván Un saludo
Eliminar