Al Escribano soteño Emberiza cirlus los pollos ya le
comienzan a cargar, todo el día detrás y pidiendo comida.
Les da una lección de cómo
se accede a las semillas de la hierbas altas, un salto y se bajan asidas con las
patas.
La hembra se suma, esperan que los pollos hagan lo mismo.
El que se anima, se queda mirando, pronto no se cebará y tendrán que
aprender para sobrevivir; en la naturaleza no se ejerce la paternidad de por
vida.
Bellas fotos de esta lección de vida.
ResponderEliminarSalud!!
Están pasables, pero me apetecía contar la "lección de vida" como bien la denominas. Saludos compañeru
EliminarAprenderán, seguro que si. Me encantan los soteños. Un saludo.
ResponderEliminarAyer repasaba todos los escribanos, para llegar a la conclusión que el soteño es de los que más me gusta; lo encuentro muy amable. Un saludo
EliminarBonitas y curiosas fotos de esa familia de soteños.
ResponderEliminarSaludos
Ellas solas cuentan la historia. Gracias y un saludo
EliminarBonitas las fotos, y mucho más valiosas con su historia! Saludos.
ResponderEliminarComo decía arriba ellas cuentan la historia, me gustan este tipo de secuencias, aunque las fotografías no sean buenas. Saludos y gracias.
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