Cuando uno ve retornar una
especie siente la emoción de encontrar
viejos amigos, los ejemplares de Avión zapador Riparia riparia, intentan buscar un agujero en condiciones en el
Embalse de San Andrés de los Tacones. Las sedimentaciones de varios años y el
exceso de agua que ha caído se lo ponen difícil, algunos ejemplares andan en la
disputa por el mejor de los huecos posibles.
Recuerdo que ya hace
tiempo propuse gestionar, el que nos dejasen descolgarnos con cuerdas para
mejorar sus posibilidades de nidificación; el tiempo pasó y la situación no ha
mejorado
La primera fotografía es
de una serie de archivo, de cuando se bañan y descansan en la cabecera; la segunda
meramente testimonial de estos días.
Centenares de ejemplares
de Golondrina común Hirundo rustica en un incesante ir y venir por la superficie del
embalse, de cuando en cuando, hay que tomar un respiro; la rampa de la presa es
un buen lugar para despegar y aterrizar.
Ayer nuevamente he visto
sobrevolar el embalse a cinco ejemplares de Cigüeña blanca Ciconia ciconia, van quince vistas en Gijón, en los últimos cinco
días; es un tema que me tiene intrigado.
Hola Miguel, curioso el caso de los zapadores, los pobres se van quedando sin sitios en donde anidar.
ResponderEliminarLas Cigueñas puede que anden por el basurero alimentándose antes de proseguir viaje o bien por la cola del embalse, no crees?
un saludo amigo
Con lo fácil que sería echar una mano a estos bichos en numerosos lugares.
EliminarLo del basurero puede ser, no lo había pensado; en la cola del embalse no las vi las dos veces que miré. Un saludo amigo Juan
Que maravilla los zapadores, sí que sería fácil ayudarlos pero no son buenos tiempos para la palabra ayuda.
ResponderEliminarSí, corren malos tiempos.
EliminarHabrá que intentar que alguna asociación se lo plantee a la responsable de medioambiente de ARCELOR, como no les costará dinero no tendría que ser tan difícil. A ver si en la próxima primavera se mejora la situación.
No te extrañe que la cigüeñas pasen por San Andrés. En Siero todos los años hacen escala unas cuantas (a veces grandes grupos) alimentándose en las llamargas que todavía abundan por aquí. Sin embargo, a mí en particular sólo me ha tocado ver algún ejemplar cicleando o la pareja nidificante que disfrutamos estos años. De todas formas si pasa el tiempo y permanecen por la zona habrá que estar atentos.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Nacho, por San Andrés ya había visto algún ejemplar, en el Parque Fluvial…, nunca tantas; sería muy interesante que a los ejemplares de Siero se sumasen otros; ahora no sé si en Somiedo y Tineo han vuelto a nidificar este año. Si les gusta la llamarga, este año tienen terreno de sobra. Saludos
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