Ayer fue un día con
fuertes vientos en la montaña, bastante frío, unos nueve grados,
mientras en los valles había una temperatura de veintinueve; las
rachas de viento en algunas laderas me hacían tambalear. No fue un
buen día para la fotografía de aves, pero he podido disfrutar del Rebeco Rupicapra rupicapra, en
pleno cambio de pelaje; después
de cotillear unos segundos al humano invasor de la montaña, optaron
por trepar a lo más alto y lo hicieron con una destreza y rapidez
envidiable.
En
un lugar bastante protegido del viento, disfruté del paisaje y de la
compañía del Acentor alpino Prunella collaris,
también debía de ser de la opinión que ese era un buen lugar; yo
estaba bien abrigado y si os fijáis en el Acentor alpino, el también
opto por abrigarse, con un colchón de aire retenido entre las
plumas.
Gracias Miguel.
ResponderEliminarGracias a ti por tu visita y ánimos Ángela. Un abrazo
EliminarQue feucos están los rebecos con la muda...todo lo contrario que el acento alpino...Muy buenas fotos.
ResponderEliminarSi lo están, pero me gusto verlos en ese estado y fotografiarlos; lo del Acentor tiene menos mérito, casi se pone a comer el bocata conmigo. Gracies y saludos
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