Parece que al Cernícalo vulgar Falco tinnunculus, no le gustan todas las vísceras. En su atalaya, sin pretensión, le está diciendo a "El cazador de imágenes" moderno que hay partes muy intensas que expeler o arrojar.
Esta noche cuando repase las imágenes, sonidos y olores de mi paseo matinal; obviaré los autómatas cortacesped y la estupidez humana.
Un trabajo excelente. Gracias por mostrarlo Miguel. Saludos.
ResponderEliminarGracias Celestino. Salud
EliminarUn buen reportaje de esta preciosa ave. La primavera pasada tuve la suerte de disfrutar de la presencia de un macho, cazando todo tipo de invertebrados a mi alrededor, durante un buen rato.Todo un espectáculo
ResponderEliminarSaludos
Gracias Pini, son una pasada. Salud
Eliminar