Dos pequeños alados que no he
sido capaz de ver este año en mis salidas a la naturaleza, parece que se han
puesto de acuerdo en restregarme semejante incompetencia y han decidido venir
de visita al jardín.
Uno es el Papamoscas Gris Muscicapa
striata, hace ya tres días que
anda perchando en el nogal; cogerá fuerzas para continuar su periplo hacia el
sur.
El
otro, también de la familia Muscicapidae, ha llegado hace un par de días, es el
Papamoscas
Cerrojillo Ficedula hypoleuca, tengo la fortuna de que pare casi siempre
algún ejemplar en sus pasos migratorios. En este caso la fotografía está tomada
en el plato de barro que tienen las aves a su disposición con agua limpia.
Tanto uno
como el otro se alimentan básicamente de insectos, aunque también lo pueden hacer
de semillas y bayas si la situación lo requiere.
Por aqui les decimos alicas......dan ambiente de paso postnupcial,aunque muchos caen en las ballestas con anderete......una pena!
ResponderEliminarSaludos camperos
Son visitas siempre oportunas angeles.
ResponderEliminarUna pena campero, humanos... Saludos a los dos
Este año se me van resistiendo los cerrojillos, todavía en blanco, si no fuera por estas fotos...
ResponderEliminarHola Senén, fuera de los pasos migratorios tampoco los he visto; esta semana además de los que paran por aquí los he visto en el área recreativa que hay en la Cordal de Peón. Saludos
ResponderEliminarMenudo lujo!! Una pasada que te visiten tan ilustres viajeros.Si les das agua y alimento es normal que se queden en tu jardín como buen anfitrión.
ResponderEliminarLos cerrojillos este año aún no los he visto.
Un saluduuu.
El jardín tiene que ser un lugar vivo que atraiga insectos, aves e incluso pequeños mamíferos. No me limito a poner comida o agua, es preferible si hay sitio y se puede, colocar especies de árboles y arbustos que sirvan de protección y alimento.
ResponderEliminarUn saludu Xurde